The Rogue Hunter - Libro 10 Saga Argeneau
Samantha Willan es una abogada adicta al trabajo que está deseando poder descansar y relajarse un poco en una casita de campo y que, después de una reciente ruptura, quiere mantenerse lo más alejada posible de los hombres. Entonces conoce a su irresistible vecino. Ese hombre tiene algo extraño y misterioso en los ojos. ¿Es sólo su imaginación o no los aparta de su cuello?
Garret Mortimer es un cazador de renegados que se encuentra en su ultima misión para seguir el rastro de un picaro, pero divertirse al sol es la pesadilla de cualquier chupasangre. Peor aun, parece que no es capaz de sacarse a Samantha de la cabeza. Despues de 800 años en soledad, ¿esta preparado para convertir una volátil atracción en una relación de amor eterno?
Garret Mortimer es un cazador de renegados que se encuentra en su ultima misión para seguir el rastro de un picaro, pero divertirse al sol es la pesadilla de cualquier chupasangre. Peor aun, parece que no es capaz de sacarse a Samantha de la cabeza. Despues de 800 años en soledad, ¿esta preparado para convertir una volátil atracción en una relación de amor eterno?
Critica por Nyérelle.
Bueno, como ya he dicho varias veces, la autora sigue con el ritmo de los otros libros, misma familia, mismo argumento más o menos, distintos personajes, aunque este libro me ha parecido revelador y me ha sorprendido el final, puestos a variar un poco, me ha gustado el giro diferente al resto de la saga que Lindsay le ha dado a este libro.
Sam es una chica que lo ha pasado mal en su anterior relación y no se ve preparada para estar con otro hombre, hasta que aparece Mortimer, un vampiro de 800 años que no se puede creer, lo que el destino le ha deparado como compañera de vida cuando conoce a Sam, su mujer perfecta es una mujer curvilinea, sensual, estilo Jessica Rabit, no el esparrago flaco y torpe que representa Samantha Willan, claro que, las aparencias engañan...
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